Tiempos modernos es un largometraje de 1936 dirigido, escrito y protagonizado por el célebre actor Charles Chaplin. La película constituye un retrato de las condiciones desesperadas de un empleado que en la clase obrera tuvo que soportar en la época de la Gran Depresión, condiciones promovidas, en la visión dada por la película, por la eficiencia de la industrialización y la producción en cadena. En la película también intervienen Paulette Goddard, Henry Bergman, Stanley Sandford y Chester Conklin. La película muestra escenas de corte futurista de la factoría en la que trabaja Charlot que podrían haber sido influenciadas por el film Metrópolis de Fritz Lang.
Tiempos modernos fue un filme a caballo entre el cine mudo y sonoro, a veces considerado como la última película muda de la historia. Se incluyeron algunos efectos sonoros en la película, como música, cantantes y voces provenientes de radios y altavoces así como la sonorización de la actividad de las máquinas. Al final del film puede escucharse brevemente la voz de Charles Chaplin, que canta una versión de la canción de Léo Daniderff, Je cherche après Titine, pero con una letra sin sentido, conocida como "Charabia", cuyos sonidos tratan de asemejarse a una mezcla de francés e italiano, con alguna palabra reconocible en inglés.
La película no puede ser más "chapliniana" pues es el productor, director, guionista, compositor de la música y protagonista... ¿hay quien dé más?.
En el año de su estreno la película fue prohibida en Alemania e Italia por considerarla propaganda comunista. Rusia sin embargo la consideró propaganda capitalista.
En Estados Unidos tampoco tuvo una "buena" acogida por la prensa más conservadurista, desde entonces Charles Chaplin fue puesto bajo vigilancia del FBI.
Cuando Tiempos Modernos se estrenó, el cine sonoro llevaba ya diez años de explotación comercial. Hasta entonces, Chaplin se había resistido a recitar diálogos, sabedor de que la clave de la universalidad de su humor se hallaba precisamente en la pantomima. No obstante, esta vez se prestó a preparar algunos diálogos, llegando incluso a grabar algunas pruebas. Finalmente, se lo pensó mejor y, como en Luces de la Ciudad, acabó utilizando sólo música y efectos de sonido. Las voces humanas sólo aparecen en segundo plano, filtradas a través de aparatos de tecnología: el jefe que se dirige a los obreros desde una pantalla de televisión; el vendedor que es sólo una voz en un fonógrafo.
Una sola vez, la voz de Chaplin se escucha directamente. Haciendo de camarero, Charlot es requerido para sustituir al tenor de un café-teatro, especializado en temas románticos. Escribe la letra de las canciones en los puños de su camisa a modo de chuleta, pero la pierde, por lo que se verá obligado a improvisar la canción con una maravillosa jerga que pretende hacer colar como italiano. La voz de Chaplin se había podido escuchar ya en la radio, e incluso en un boletín informativo cinematográfico, pero esa sería la primera y única vez que el mundo podría oír a Charlot.
En esta película se puede ver por última vez al personaje creado por Chaplin, Charlot.
Referencias:
http://www.filmaffinity.com/es/film726746.html
http://es.wikipedia.org/wiki/Tiempos_modernos
http://www.cineol.net/curiosidades/1451_Tiempos-Modernos